Barcelona tiene todo lo que se espera de una gran metrópoli europea: cultura, modernidad, joyas arquitectónicas, tiendas, una rica gastronomía y una intensa vida nocturna, pero lo que convierte a la capital catalana en un destino único es que conjuga todo eso con más de 4 kilómetros de arena y mar. Una parada imprescindible para el viajero deseoso de escapar del mundanal ruido y disfrutar del mágico hechizo del Mediterráneo. Nosotros te recomendamos las playas más especiales, que harán de tus vacaciones en Barcelona un momento único.
1. Nova Icària
Situada al lado del Puerto Olímpico, es una de las playas más sosegadas de la ciudad, ideal para familias que viajan con niños y además está muy cerca de nuestro hotel en Poblenou. La diversión está asegurada para los más pequeños, gracias a la zona de juegos y la mesa de ping-pong, y está lleno de restaurantes y bares en los alrededores, donde podréis probar los platos de la deliciosa gastronomía catalana.
2. Bogatell
Más grande que la anterior y perfecta para quienes disfrutan haciendo deporte al aire libre, Bogatell posee un ambiente relajado, con mayoría de lugareños y grupos de edades que se mezclan, aunque predominan las personas de mayor edad. Su paseo es adecuado para patinar, andar en bici o hacer jogging y al caer el sol te hará olvidarte de que te encuentras en una ciudad. Por su excelente ubicación y belleza, hemos elegido esta zona para situar uno de nuestros nuevos hoteles Travelodge el Hotel Travelodge Barcelona Poblenou.
3. Mar Bella
Mar Bella es conocida, sobre todo, por su área nudista (existen zonas para estar con ropa) y suele congregar al público más juvenil. Muy activa, es gay-friendly y dispone de una escuela naútica, además de un área de juegos infantiles y la biblio-playa, un espacio en el que los niños pueden coger libros prestados. También, se pueden practicar deportes como el voleibol y el baloncesto y, si te gusta divertirte hasta altas horas, puedes quedarte en una de las fiestas rave que se suelen organizar durante el verano.
4. Sant Sebastià
Una de las más antiguas de la ciudad, en la playa de Sant Sebastià ya se dejaban ver los barceloneses del s. XIX y sigue siendo una de las favoritas de los locales. Se encuentra muy cerca del puerto, donde podrás encontrar una de las estaciones del teleférico que va al Monte de Montjuic, una interesante visita para conocer muchas de las instalaciones deportivas que se construyeron para los Juegos Olímpicos, el Poble Espanyol, el Jardín Botánico, varios museos y el famoso Mercado de las Flores.
5. Llevant
Es una de las playas más nuevas de Barcelona y se encuentra más alejada del centro, lo que favorece que en sus escasos 400 metros reine la tranquilidad. Es poco frecuentada por los turistas, por lo que, si prefieres los lugares no muy conocidos, es la más adecuada para ti.
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