¿Te gusta pasear? ¿Te gusta estar rodeado de naturaleza? ¿Te apasiona conocer rincones nuevos? Si es así, Valencia, está hecha para ti. La Ciudad de las Artes y las Ciencias te ofrece una gran diversidad de parajes naturales que no te puedes perder. En ellos podrás estar en contacto con la naturaleza, el mundo animal y la historia.
Ya seas residente o turista, en este post te proponemos tres excursiones en las que podrás nutrirte de la esencia de una de las ciudades más bonitas de España.
Excursión al “Pequeño Mar”: a tan solo 10 kilómetros de la ciudad de Valencia encontramos lo que los árabes denominaban el “Espejo del Sol”. El Parque Natural de la Albufera con una superficie de 21.120 hectáreas es la masa de agua dulce más grande de la Península Ibérica. Está rodeada por extensiones gigantes de arrozales y cuenta con una gran diversidad animal. El samaruc, el fartet, el collverd, el cullerot, el boix, el oroval, la garceta blanca, el esplugabous, camallonga, son algunos de sus habitantes más peculiares.
Disfruta durante la mañana de un paseo por una de las rutas que ofrece el parque. Hay rutas de entre 30 y 1:40 horas y se adaptan a todo tipo de públicos.
Pero no solo te proponemos que disfrutes de un paseo en medio de la naturaleza, sino que también hagas una parada en el pintoresco pueblo de El Palmar, donde podrás degustar Paella, el Arròs a Banda o el All i Pebre (éste último cocinado con anguilas del lago).
Cuando ya se acerque el atardecer lo mejor que puedes hacer es disfrutar de un paseo por el lago montado en la típica barca de la zona (albuferenc).
No lo dudes más, coge tu mochila y pasa un día rodeado de belleza.
Excursión a la “Valencia Medieval”: a 14 km kilómetros en dirección al norte, encontramos un paraje que nos introducirá en la atmósfera medieval de la Conquista de Valencia por Jaime I, el municipio del Puig. Un lugar idóneo para empaparse de historia. En el Cantar del mío Cid, escrito alrededor del año 1200, se identifica este municipio como la localidad de la Cebolla.
Una vez llegamos al municipio, lo primero que debemos visitar es el majestuoso Monasterio del Puig de Santa María construido en el año 1237 durante el mandato de Jaime I. Este monumento conmemora la batalla que posibilitó la reconquista de Valencia. Una de las mejores maneras de conocer el Monasterio en profundidad es haciendo una visita guiada, en la que te podrás sumergir en la Valencia del siglo XIII.
La siguiente parada que debes hacer es en el Castillo de Jaime I, una fortificación construida en sus orígenes por los árabes durante el siglo XI y tomado por el Cid en el año 1093.
Si después de esto, quieres descansar y recobrar las energías, te recomendamos que pruebes la gastronomía en unos de los restaurantes o bares de este encantador municipio. No dejes de probar platos típicos como “La Olla de Sant Pere” (arroz con judías y nabos), “Olla a la carn” (variedad de verduras con carne) o “arròs al forn” (arroz valenciano por excelencia).
Otros monumentos históricos que puedes visitar antes de acabar tu visita son: la Ermita de Sant Jordi, la Ermita de Santa Bárbara, la Torre de Guaita, la Cartuja de Ara Christi, el Museo de la Imprenta y los refugios y trincheras de la Guerra Civil.
Si eres un apasionado de la historia esta es tu excursión.
Excursión a la “Tierra de Leyendas”: todavía más al norte de Valencia, concretamente a 25 km de la capital, encontramos la ciudad de Sagunto. Cuenta con 2 ambientes: el histórico, que se encuentra en el centro de la ciudad (entre el Castillo de Sagunto que se remonta al s.V a.C y el Teatro Romano) y el Puerto, en el llano litoral, donde se puede disfrutar de su arqueología Industrial. Un lugar mágico donde retrocederás 2500 años, y te adentrarás en este antiguo territorio denominado por los ibéricos Arse.
El municipio ofrece diversas rutas turísticas que te ayudarán a tener una visión completa de la ciudad y de su historia. Pasa un día de romanos y visita el Museo de la Vía del Pórtico, el Teatro Romano y el Castillo, o adéntrate en la antigua judería visitando el Museo Arqueológico, la Puerta de la Judería, la Casa Hebrea y el baño ritual “Mikve”.
Pero, si prefieres hacer algo más diferente y mover de verdad un poco el cuerpo, te proponemos que hagas una ruta en bicicleta sobre lo que denominan “un puente natural hacia el mar mediterráneo”. Visita las playas, la Marajal dels Moros y el Grau Vell.
Para reponer fuerzas, degusta una paella en uno de los bares o restaurante del Puerto de Sagunto o en las playas de la costa.
Si disfrutas tanto la historia como la naturaleza, ponte ropa cómoda y prepara tu mochila de excursionista.
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