Cuando se piensa en la Semana Santa en España, seguramente Barcelona no sea el primer lugar que viene a la mente. A pesar de que la conexión más evidente son las ciudades andaluzas o las sobrias celebraciones castellanas, la Ciudad Condal es un destino que reserva muchas sorpresas para los viajeros que decidan visitarla en estas fechas.
Una de las características más típicas de la Semana Santa son las procesiones, una tradición que se mantiene con fuerza en Barcelona. Te recomendamos ir a ver la salida del Cristo de Lepanto de la Catedral, que se realiza la tarde del Viernes Santo. En ella se traslada la figura del Cristo, normalmente fija en el interior de la Catedral, hasta la plaza adyacente para que presida el Sermón de las Siete Palabras. Es una oportunidad única para visitar el recinto religioso por dentro y también para, una vez finalizado el sermón, adentrarse en el fascinante barrio gótico, un intrincado de calles estrechas y edificios antiguos por el que perderse es todo un placer. Una vez allí, te retamos a encontrar la plaza Felip Neri, una de las más bonitas y tranquilas de Barcelona.
Tampoco te puedes perder los pasos y procesiones de la de la Cofradía 15+1, cuyo origen es más que curioso. Una tarde de 1977, un grupo de 15 inmigrantes andaluces miraban las procesiones de Sevilla a través de la televisión de un bar de l’Hospitalet de LLobregat. Embargados por la añoranza, dibujaron la imagen de la Virgen en un manta que colocaron encima de una mesa, pusieron latas de cerveza en cada esquina a modo de velas y salieron a la calle con la mesa a cuestas, imitando los pasos de los costaleros de su tierra. Para su sorpresa, muchos vecinos reaccionaron con emoción y añoranza a su iniciativa, e incluso algunos se lanzaron a cantar saetas; así nació una de las procesiones más multitudinarias de las que se celebran hoy en día en Cataluña. Todos los pasos que organiza la Cofradía 15+1 son laicos, ya que las imágenes no están vinculadas a ninguna iglesia y no participa en ellos ningún estamento eclesiástico. Se realizan procesiones desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, todas ellas en L’Hospitalet de Llobregat, un núcleo urbano pegado a Barcelona que, tras muchos años de ser considerado el “hermano pobre”, vive en la actualidad uno de sus momentos más dulces. Si te gusta la arquitectura, te recomendamos que pasees entre los edificios futuristas de la Ciudad de la Justicia, un conjunto arquitectónico situado en la frontera entre L’Hospitalet y Barcelona y compuesto por bloques de idéntico tamaño (simbolizando una justicia igual para todos) pero de colores distintos. Y para tu alojamiento échale un vistazo a nuestro hotel en Hospitalet de Llobregat.
El lunes de Pascua es el último día de la Semana Santa, pero en Barcelona es más conocido como “el día de la Mona”. La Mona es un bizcocho recubierto de mantequilla y relleno de crema (aunque existen mil variedades de sabores) que los padrinos regalan a sus ahijados durante la Semana Santa para que se la coman el Lunes de Pascua. Tradicionalmente, es un día en el que las familias o grupos de amigos se reúnen y salen a almorzar al campo o a la playa, una opción que ha ido cogiendo fuerza en los últimos años. Así pues, para ponerle el broche de oro a tu viaje, te recomendamos que entres en una de las muchas pastelerías de la ciudad, pidas una mona a tu medida (las hay de todos los tamaños) y te acerques tranquilamente hasta la playa. Descálzate, disfruta de los primeros rayos de sol de la primavera y cómete tu mona como un barcelonés más.
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