El Museo Picasso de Barcelona cumple la respetable edad de 50 años y lo celebra a lo grande a lo largo de todo 2013, con una serie de muestras especialmente concebidas para tan ilustre ocasión. Esta primavera se inaugura una exposición dedicada a la faceta de Pablo Picasso como auto-retratista que presenta, de forma inédita, una colección de retratos que recorre la vida del artista, desde su infancia, a finales del s. XIX, hasta su muerte en 1972. Una de las propuestas más interesantes de esta primavera que los amantes del arte en general y de Picasso, en particular, no pueden dejar de visitar y que durará del 31 de mayo al 1 de septiembre. Es la excusa ideal para planear una escapada a la ciudad Condal, échale un vistazo a nuestros hoteles en Barcelona, especialmente a nuestro hotel en Poblenou cerca de la playa de Barcelona.

El autorretrato es un recurso que Picasso eligió como forma de dejar testimonio de vivencias significativas, ideas e incluso manías, además de un modo de probar diferentes técnicas. Aunque la mayoría de la muestra se centra en el retrato tradicional, no se dejan de lado otras formas más experimentales.

Haciendo un recorrido cronológico, la primera parte de la exposición nos muestra al Picasso más prolífico en lo que a sus autorretratos se refiere y llega hasta 1907. Es el periodo en el que realiza la mayoría de estas obras, con un marcado carácter clásico.

A partir de entonces, disminuye considerablemente el número de creaciones, pasando a ser una técnica complementaria del artista. Si bien, se producen algunas etapas de especial intensidad, como en el año 1917, a finales de los 60 y poco antes de morir, en 1972, en los cuales realizó algunas de sus mejores obras.

El autorretrato fotográfico durante el periodo cubista, los más crípticos, creados con sombras y perfiles, o los dobles híbridos a través de animales son algunas de las técnicas mostradas. El punto culminante de la muestra llega con los Autorretratos de muerte, considerados como una de las obras cumbre de la historia del arte.

De las más de 70 obras que componen el monográfico, 30 pertenecen al fondo permanente del museo, pero también habrá algunas de las creaciones más importantes de Picasso, cedidas exclusivamente para la ocasión, como El hombre sentado, que pertenece al Museo Hakone de Tokyo o Autorretrato (de 1901) del Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Si no has estado con anterioridad en el museo, te recomendamos que visites la totalidad de sus instalaciones y no te limites a la exposición temporal. En su fondo, podrás ver un extenso recorrido por la vida y obra del artista que revolucionó el mundo del arte en el s. XX.

Los más apasionados de Picasso pueden aprovechar la visita a la capital catalana para realizar la ruta de la Barcelona de Picasso, que incluye visitas a las casas donde trabajó y vivió y sus rincones favoritos de la ciudad. En la web del Museo Picasso Barcelona, se pueden consultar todos los detalles del recorrido.